"Porque uno debe dejar de comer cuando la lengua lo ordene y no cuando el estomago nos lo diga."
Viaje de 3 días con el "propósito" de ampliar mi gusto culinario por este demacrado país.
and off we go...
La segunda estrella del viaje.
Desde que probé el mole de Oaxaca no hay ninguna comparación con el d.f, de hecho el mole de aquí lo podría describir como superficial y sin gusto, es difícil probar un mole del d.f y no pensar inmediatamente en el sublime sabor y suave textura del mole de Oaxaca
needles done and waking up.
Coloradito!
Estofado de pollo, garbanzo y papa (dejo mucho que desear...)
Tlayuda!
Centro de Oaxaca.
Café estilo Bistrot a un costado del zócalo.
Ambiente único donde la gente se reúne a charlar y comer un rato, de forma curiosa porque cierran hasta alta madrugada, podrían ser las 3:45 A.M y el Zócalo esta atiborrado de gente, no hay crimen ni miedo a cualquier asalto, solo una que otra persona "malilla" pero de ahí no pasa.
2 enmoladas (una coloradita y otra de mole negro),cecina y un bistec.
shiny pastry cream!
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The Pitt.
Conocido como "el asadero", donde los locales estan destinados a vender uno que otro corte de carne en un "sin-fin" de presentaciones...cuando en realidad había como 4...
Es curioso estar en el mercado donde hay puestos pequeños de comida y toparte con un túnel lleno de humo. sonidos de quemadores y grill-torches callejeras, de ahí el nombre "The pitt"...porque mi primera impresión fue la de estar en una zona industrializada de comida, repleta de humo, olores de grills viejas y ruidos mecánicos
"Because Mother Nature is the real artist...not us"
-Marco Pierre White.